El 30 de marzo en el Desert Diamond Arena, en Glendale, EE. UU. tuvo lugar un torneo cuyo evento principal fue el combate por el título de campeón "interino" de la WBO en peso supergallo (hasta 58,96 kg) entre el mexicano Óscar Valdez (32-2, 24 KO) y el australiano Liam Wilson (13-3, 7 KO). La pelea terminó con la victoria de Valdez por nocaut técnico en el séptimo round.
Después del combate, los boxeadores compartieron sus emociones. Valdez elogió a su oponente: "Un par de veces casi me alcanzó. Tiene un buen golpe.
Quiero ser un ejemplo. En el boxeo puedes perder. En la vida puedes perder. Pero debes regresar fuerte".
Wilson estaba abatido, pero también elogió a su oponente, llamándolo campeón: "Así es el boxeo. Intenté boxear en los primeros rounds, pero mi corazón me venció. Debo aprender de esto. Es lo que hay.
Óscar es un gran campeón y para mí es un gran honor compartir el ring con él.
Tengo 28 años, esta es mi decimosexta pelea, aún puedo dar mucho".
Anteriormente, el campeón de la WBC en peso supergallo, O'Shaquie Foster (22-2, 12 KO) felicitó a Óscar Valdez por su victoria y sugirió una pelea potencial.