El enfrentamiento entre Joseph Parker y Fabio Wardley es uno de los mejores choques de estilos posibles actualmente en el peso Pesado.

Por un lado está Parker: experimentado, inteligente, con un pasado como campeón mundial y con un currículum repleto de grandes nombres como Dillian Whyte, Deontay Wilder, Zhilei Zhang, Anthony Joshua, Derek Chisora y Andy Ruiz, entre otros. Es un boxeador equilibrado, capaz de boxear 12 asaltos o definir por nocaut.

En la esquina opuesta se encuentra Wardley, quien llegó al boxeo tras competir en torneos de White Collar Boxing. Cuando Parker ganó su primer título mundial, Fabio todavía luchaba contra empleados de oficina mientras trabajaba como reclutador de personal.

A pesar de ello, Wardley tiene talento natural: sabe cuándo y dónde golpear. No es el más técnico ni el más refinado, pero ejecuta los planes de combate con disciplina y posee una gran pegada capaz de tumbar a cualquiera.

Parker tiene 33 años – tres más que Wardley – pero la verdadera diferencia está en el bagaje. Fabio apenas ahora se mide a rivales de buen nivel, y aun así, su oposición está lejos del calibre de los contrincantes de Parker.

Sin embargo, una mayor cantidad de peleas no siempre es positiva, ya que puede implicar desgaste. Pero este no es el caso de Parker, quien parece haber evolucionado con la experiencia y actualmente muestra una de las mejores versiones de su carrera.

Ambos son activos, sin llegar a tener un volumen constante y alto como Oleksandr Usyk o Tyson Fury, pero tampoco se quedan esperando demasiado.

Interesantemente, los patrones de actividad por asalto son parecidos: el tercer y octavo round suelen ser los más productivos en volumen y precisión para ambos.

Un dato clave: en sus últimos compromisos, Parker tiende a bajar su ritmo en los asaltos finales, mientras que Wardley muestra un repunte hacia el cierre. Aunque no es seguro que esta tendencia se repita – Wardley suele no llegar tan lejos debido a sus nocauts –, podría indicar problemas para Parker si el combate se extiende.

Ambos pelearon una vez en 2025 y ganaron por nocaut, pero en contextos distintos.

Parker noqueó a Martin Bakole, aunque el congoleño prácticamente no se preparó y llegó apenas un día antes.

Wardley, por su parte, derrotó por KO a Justis Huni, pero venía perdiendo ampliamente en las tarjetas hasta que conectó un golpe que venía preparando durante varios asaltos.

La ventaja en este apartado es claramente de Wardley. Fabio es un noqueador puro, capaz de cambiar una pelea con un solo golpe.

Parker también tiene poder, pero no al nivel de Fabio, como reflejan los números y el impacto visual de ambos.

Wardley parece ligeramente superior. No ha sido detenido y recibe golpes con entereza, aunque su defensa no es perfecta (ha sido impactado por peleadores como Adelaide y Huni).

Parker sí ha sido derribado y detenido, aunque ha mostrado gran capacidad de recuperación e incluso ha ganado peleas tras ser derribado. El nocaut contra Joe Joyce fue más por agotamiento acumulado que por un golpe devastador.

No obstante, Parker ya demostró que puede romper defensas aparentemente impenetrables: también venció antes del límite a Bakole, quien parecía una roca.

La O2 Arena no trae los mejores recuerdos para Parker: peleó allí solo una vez, frente a Dillian Whyte, y perdió por decisión.

Wardley, en cambio, ha estado siete veces en ese escenario: seis victorias por nocaut y un empate.

Ambos llegan motivados: está en juego el título interino WBA, y aunque Parker perdería, seguiría siendo campeón interino WBO.

Además, este combate apunta indirectamente al camino hacia Oleksandr Usyk: formalmente Parker tiene el derecho prioritario, pero el vencedor podría convertirse en una opción más atractiva para el indiscutido.

Parker está en una gran racha y no querrá repetir caídas como las sufridas ante Joyce o los momentos difíciles contra Chisora. Se encuentra en su mejor forma física y técnica, sigue siendo relativamente joven y es más completo que Wardley. Por lógica, él debería ser favorito.

Pero si Wardley logra conectar su golpe característico en el momento preciso, podrá cambiarlo todo. Y ya ha demostrado que sabe hacerlo… casi a la perfección.