Por fin Deontay Wilder consiguió un rival que se adapta mejor a su estado actual. El estadounidense no ha ganado desde 2022. Y ese tiempo solo ha sido un descanso entre derrotas. Durante todo este periodo se enfrentó a una oposición nada cómoda.

Fury es ágil y al mismo tiempo fuerte. Parker es contenido, disciplinado y técnico. Zhilei es un zurdo preciso con un golpe poderoso. Todo eso es una oposición complicada pero Deontay necesita otra cosa.

Él necesita una pelea común y buena. No un rival muy grande, ni un desafío extremadamente técnico. Necesita recuperar la confianza en su golpe y en sus fuerzas. Herndon es simplemente un buen boxeador con un buen golpe y sin grandes dimensiones. Justo lo que necesita.

Wilder tiene 39 años, Herndon es dos años menor pero, por supuesto, la experiencia es completamente distinta. Deontay tuvo una larga serie de defensas del título en los pesos pesados, enfrentándose a Fury, Parker, Helenius, Parker, Zhilei, Ortiz, Breazeale, Stiverne, Washington, Arreola, Szpilka, Duhaupas, Molina y Scott.

Herndon no tiene ni de cerca esa calidad de oposición. El nombre más sonado en su récord es el prospecto Richard Torrez Jr. Además, está Efe Ajagba pero no llegaron a pelear: Tyrrell salió del ring y no regresó justo después del primer campanazo.

No se debe esperar una explosión de combinaciones largas de golpes. Los tipos realmente pesados pelean de forma contenida pero con precisión. Tanto Wilder como Herndon se enfocan en combinaciones cortas y golpes fuertes.

Tyrrell, sin embargo, debería pensar en añadir trabajo de combinaciones, intentar presionar al oponente y mantener una presión constante sobre él. La mayoría de los boxeadores que han vencido a Deontay lo hicieron de esa manera.

Wilder, por su parte, aumenta la actividad cerca de los rounds finales. Los primeros minutos los usa para explorar y buscar la distancia para atacar. Luego, el estadounidense comienza a descargar sus puños pesados.

Ninguno de los dos ha peleado en 2024. Herndon desde la primavera, Wilder desde el verano. Sin embargo, Deontay viene de dos derrotas consecutivas que ocurrieron en 2023 y 2024. Tyrrell, en cambio, no ha perdido desde 2023 y tiene una racha de tres victorias consecutivas, una de ellas por nocaut.

El terrible golpe de Deontay no es un mito, sino un hecho comprobado en múltiples ocasiones. En 2022 lo recordó a todos al noquear a Robert Helenius en el primer round. Sin embargo, la confianza en ese golpe ha disminuido, porque Wilder en las peleas contra Parker y Zhilei mantuvo sus puños demasiado tiempo guardados y cuando intentó golpear, se dio cuenta de que no tenía la distancia adecuada para atacar y el oponente ya había tomado el ritmo.

Herndon también puede pegar. Pero, como cualquier peso pesado, no es más fuerte. No se espera una fuerza explosiva increíble en sus puños.

En algún momento, Wilder estuvo cerca de ser imbatible. Recuerda su pelea contra Duhaupas y cuánto aguantó Deontay antes de noquearlo. O sus enfrentamientos contra Ortiz. Pero Fury lo quebró. Así que el estadounidense puede caer por golpes fuertes pero por ahora no se cae con cada golpe que recibe.

4 de las 5 derrotas de Herndon fueron por nocaut. El pequeño Richard Torrez Jr noqueó a Tyrrell en 2023. Frente a los golpes duros de Deontay, definitivamente debería mantenerse lo más alejado posible.

Un torneo relativamente pequeño y una arena relativamente pequeña. Deontay hace mucho que no participa en algo así. Pero lo necesita: dar un paso atrás para recordar cómo era antes. Y enfrentarse a un rival que ve su debilidad y quiere crear un triunfo.

Herndon es el desvalido, eso es obvio. Un sólido peso mediano con el que en sus mejores tiempos Wilder habría terminado muy rápido. Pero ahora no son esos tiempos. Tyrrell entiende que una victoria así le traerá grandes ganancias en sus próximas peleas. Y conoce las debilidades del oponente.

Wilder aún quiere regresar a la cima. O al menos a las mega peleas. Habla también de Joshua. Pero esta pelea es una recarga. De ella dependerá todo. Una victoria clara le dará a Deontay más tiempo pero una derrota o una victoria apretada subrayarán que quizás es hora de descansar.