El combate entre Utría y Nkosi enfrenta a dos boxeadores agresivos, aunque con enfoques distintos en su ofensiva.

El sudafricano es un púgil de estilo ofensivo que prefiere mantenerse cerca de su oponente. En esa distancia corta se siente cómodo gracias a su trabajo de cintura y su forma combinativa de atacar. Golpear con precisión a Nkosi no es tarea fácil, ya que, incluso a corta distancia, se mantiene en constante defensa —ya sea con bloqueos, movimientos de torso o acortando la distancia aún más.

Utría, por su parte, también trabaja desde la media distancia, pero de manera diferente. El colombiano tiene un gran sentido de la distancia, provoca a sus rivales a atacar y, en cuanto avanzan, se desplaza lateralmente para contragolpear. Esto, sumado a su pegada potente, representa un problema constante para oponentes de todo tipo.

Nkosi, de 28 años, es seis años mayor que su rival. Además, ha sufrido dos derrotas en su carrera. Sin embargo, en un torneo de prospectos, esto no necesariamente es un punto negativo. El africano ya sabe cómo reaccionar cuando las cosas no van bien, tanto a nivel psicológico como físico. Esa experiencia, aunque no positiva, podría convertirse en una ventaja.

La ventaja aquí parece estar del lado del africano, gracias a su estilo. Lanza más golpes y trabaja con más frecuencia los golpes de poder. Sin embargo, tiene dificultades con el jab: pierde en esa estadística frente a su oponente y no se destaca por su uso de la mano adelantada.

Utría es un tipo de boxeador diferente. Aunque también busca acortar la distancia, lo hace con mayor inteligencia y precisión. El colombiano supera claramente a su rival en efectividad —23% contra 14%—, además de tener una mayor precisión con el jab y un 10% más de acierto en golpes de poder (26% frente a 16%). Esto resulta peligroso, considerando su capacidad de pegada.

Es positivo que ambos boxeadores peleen por cuarta vez este año. El hecho de que los combates vuelvan a celebrarse en Arabia también es un punto a favor para ambos. Para jóvenes prospectos, este ritmo ayuda a desarrollar sus fortalezas y los enfrenta a retos que antes no habían considerado.

A pesar del estilo combinativo y activo de Nkosi, Utría tiene aquí una ventaja evidente. Ha ganado por la vía rápida en el 83% de sus combates, y sus golpes suenan y se sienten con contundencia. Es preciso y certero al contragolpear, algo que podría resultar decisivo frente a un oponente tan agresivo.

Nkosi ha caído antes —aunque fue hace tiempo, en 2019, en su segunda pelea profesional—, pero en los últimos años ha demostrado buena resistencia. Utría, por su parte, también es cuidadoso, incluso cuando pelea en corta distancia.

Es poco probable que alguno de los dos cuente con un apoyo local significativo en esta ronda. Sin embargo, eso puede jugar a su favor: ambos ya están acostumbrados al país y al clima.

Ambos superaron con autoridad las etapas anteriores. Utría suma un nocaut y dos victorias por decisión, mientras que Nkosi presenta los mismos resultados, aunque su triunfo por la vía rápida llegó un asalto más tarde.

El resto dependerá de la táctica y las habilidades. El colombiano es uno de los favoritos del torneo: rápido, con excelente sentido del tiempo, buen juego de piernas y pegada sólida. Si logra encontrar su momento para conectar limpio, podría alcanzar la final —incluso antes del límite.