No se puede decir que esta sea la pelea más esperada de la cartelera. Okolie y Lerena son ex pesos crucero que lograron éxito en el peso bridger al convertirse en campeones. Pero este combate será en peso pesado.

Por eso mismo no es una de las peleas más esperadas. Porque Kevin es campeón en una categoría un poco más liviana que el peso pesado, mientras que Lawrence tiene la intención de pelear por el campeonato en el peso superpesado. No está del todo claro para qué sirve este enfrentamiento. Además, esta pareja podría ser la opción principal de reemplazo en caso de que alguno de los protagonistas de la pelea estelar quede fuera por lesión u otras circunstancias poco antes del combate.

Okolie es un boxeador de gran tamaño y su estilo lo refleja. Avanza, lanza golpes de poder e intenta conectar impactos pesados. En su debut en los pesos pesados, eso le bastó para ganar por nocaut en el primer round.

Lerena es un zurdo de menor estatura, 11 centímetros más bajo que Okolie. Tiene buenas combinaciones y se desplaza bien, especialmente hacia el lado delantero del rival para atacar con su mano fuerte. Sin embargo, cuando está bajo presión, suele quedarse contra las cuerdas buscando el momento para contraatacar, en lugar de moverse.

Ambos son casi de la misma edad: Okolie tiene 32 años y es apenas un año menor. Y no se puede hablar de una gran diferencia de experiencia. Ambos pelearon en peso crucero y fueron campeones en bridger.

Lo que sí es seguro es que Lerena ha visto más acción en los pesos pesados. Peleó contra Daniel Dubois y le generó muchos problemas antes de caer por nocaut. También venció al enorme Mariusz Wach y estuvo cerca de ganarle a Justis Huni, a quien conectó fuerte en el último round. Así que Okolie debe tener cuidado.

Lerena lanza claramente más golpes. En promedio, Kevin conecta más de cien golpes por combate que Okolie.

Es normal, teniendo en cuenta que el sudafricano debe frenar a rivales más grandes y en general, hacer un mayor esfuerzo. Lawrence, por su parte, confía en su golpeo pesado.

Lo curioso es que el mayor nivel de actividad de ambos boxeadores se da justamente en los rounds intermedios. Tanto Okolie como Lerena son más activos en el séptimo round. Kevin, en promedio, también mantiene un buen ritmo en el décimo round. Pero después de eso, la cantidad de golpes lanzados comienza a disminuir poco a poco.

Lerena viene de vencer a Serhii Radchenko por el título bridger. Entre esa victoria y la pelea contra Okolie pasarán poco más de dos meses. Lawrence, por su parte, subirá al ring por primera vez en siete meses. Todavía no está claro si se ha adaptado por completo al peso pesado, ya que solo ha peleado un round en esta división.

El poder de Okolie es evidente. Es un boxeador enorme y si conecta limpio, puede apagarle las luces a cualquiera.

Aun así, no hay que subestimar a Lerena. Conectó fuerte a Huni y le generó problemas a Dubois. El golpe de Kevin puede causarle dificultades a Lawrence. Lo principal es que logre acertar, considerando la enorme diferencia de tamaño.

El único que ha detenido a Lerena antes del límite fue el corpulento Dubois. Okolie también representa un problema para Kevin, considerando su ventaja en alcance (22 cm) y estatura (11 cm) Aquí no se pueden absorber golpes tan fácilmente, al menos no durante mucho tiempo.

Sin embargo, Lawrence también debe cuidar la distancia. Si Kevin logra encontrar el camino hacia la media o corta distancia, la resistencia del británico podría ponerse a prueba de forma muy seria.

Lerena ha boxeado una vez en el Reino Unido, donde fue derrotado por un peleador británico. Esta será su segunda oportunidad. La arena estará del lado de Lawrence y las condiciones también lo favorecerán. El visitante tendrá que mostrar su mejor versión, e idealmente, algo más que eso. 

Probablemente, este combate busca no solo ser una posible sustitución para los participantes de la pelea entre Usyk y Dubois, sino también convertirse en un enfrentamiento estilísticamente interesante. Los rivales son demasiado diferentes, tanto en estilo como en tamaño. Un boxeador grande contra uno pequeño, un zurdo contra un diestro.

Además, Okolie habla mucho y con confianza sobre sus futuros éxitos en la división de peso superpesado, por lo que debería superar a un rival más pequeño no solo con calidad, sino también con seguridad. Para Lerena, en cambio, no hay nada decisivo en juego. Él puede seguir peleando en el peso bridger, por lo que este combate representa un interés puramente deportivo y financiero.