Un enfrentamiento de estilos y una lucha por territorio. Iman Lee fue en su pasado reciente un sólido amateur. Es un boxeador técnico, bastante rápido, con buen trabajo de pies. Munguía Calderón es un agresor duro, que no se detiene ni siquiera cuando recibe golpes.

En la primera ronda del Grand Prix, el mexicano mostró una de las actuaciones más destacadas de su categoría de peso. El deportista de 22 años logró acorralar al voluminoso nigeriano y hacerlo trabajar en la distancia corta. Y en el último round, además, consiguió la victoria por nocaut.

Lee tendrá que salir de una situación donde su oponente no piensa detenerse. Detenerlo, golpear al encuentro y no dejarlo activar sus combinaciones cada vez que se acerque.

En general, la experiencia de ambos es similar. Munguía no tiene un amplio historial de enfrentamientos amateur pero actúa profesionalmente y enfocado en el resultado. Para Lee, al igual que para su oponente, será una de las primeras pruebas realmente equilibradas y de buen nivel en su carrera.

En la primera ronda, Lee tuvo un arranque espectacular. Entre el 1º y 3º round, su número de golpes superó los 90. Luego vino una leve disminución pero en total, en 6 rounds, Iman conectó 478 golpes, casi 100 más que Munguía.

Aun así, el mexicano fue más preciso. Supo acorralar a su rival en una distancia favorable y registró un 23% de precisión frente al 19% de su oponente.

Para ambos peleadores será ya el tercer enfrentamiento en 2025. Apenas están tomando ritmo y tienen suficiente fuerza y salud para cerrar el año con 5 o 6 peleas.

Héctor parece un boxeador que pega más fuerte. Principalmente trabaja con golpes potentes, ataca mucho al torso y sabe cómo pasar bien a la cabeza. Sin embargo, no hay que subestimar la fuerza de Lee. En primer lugar, el estadounidense tiene un porcentaje de victorias por nocaut ligeramente superior al de su rival. En segundo lugar, sabe responder bien ante rivales de estilo ofensivo y Munguía justamente es de ese tipo. 

No se puede decir que hayan tenido problemas en este aspecto. Lee mantiene bien la distancia que le conviene y no permite que sus oponentes conecten mucho. Munguía trabaja con un bloque compacto y mantiene la barbilla baja, por lo que no es fácil encontrarle la cara.

Pero este próximo enfrentamiento podría traer sorpresas para ambos justamente por el choque de estilos.

No se espera que haya ninguna ventaja por estar en su propia arena, ni muros familiares, ni un arbitraje más favorable para los participantes en Arabia Saudita. Lo interesante será ver qué tan bien logran aclimatarse nuevamente y cómo se prepararon para esta segunda ronda. 

La lucha por avanzar a la siguiente fase será intensa. Ambos están cerca de participar en torneos importantes de Riyadh Season pero no solo eso. Las actuaciones destacadas aquí son una oportunidad para llegar a peleas más grandes más rápido de lo que sería posible sin el Grand Prix. Por eso, no solo debería importarles la victoria, sino también brindar un boxeo por el que los fanáticos quieran regresar a verlos.