En el primer combate entre Chris Eubank Jr. y Conor Benn, vimos aproximadamente lo que se esperaba. Conor dependió demasiado de su golpeo — algo que él mismo reconoció después. Eubank, por su parte, se quedó con demasiada frecuencia en una distancia cómoda para su oponente.

En esta ocasión, puede que todo sea un poco distinto. No radicalmente: ha pasado muy poco tiempo para una transformación completa. Pero se han sacado conclusiones, y eso será visible.

Conor Benn aseguró que estaba convencido de ganar por nocaut en 3–4 asaltos. Ahora ha cambiado tanto el enfoque técnico y táctico en el entrenamiento, como incluso el tiempo que dedica a su familia.

Chris Eubank Jr. ha vuelto con Brian McIntyre en la esquina. Con él ya ganó una revancha — contra Liam Smith. En aquel combate, Eubank lució muy sólido.

Se puede esperar boxeo más razonado por ambas partes: Benn: presión más estructurada, combinaciones y sin malgastar energía desde el inicio. Eubank: más cálculo, uso activo del juego de piernas.

Pero también veremos intercambios duros. Estos dos boxeadores quieren, sobre todo, hacerse daño.

La experiencia específica en revanchas no será un factor decisivo: ha pasado muy poco tiempo entre peleas. Lo importante es qué conclusiones han tomado y cómo las aplicarán.

Sin embargo, la edad sí importa. Eubank tiene 36 años, frente a los 29 de Benn. Y, sobre todo, deberá cortar mucho peso otra vez — algo que la vez anterior estuvo al límite.

Con la edad, el peso baja peor y los golpes se sienten más. Especialmente después de una pelea tan exigente como la primera.

No hay garantías, pero es más probable que Eubank se desgaste físicamente hacia los asaltos finales.

La estadística del primer combate resulta reveladora: el boxeador que se suponía debía trabajar más cuidadoso y desde la distancia fue quien tiró muchos más golpes. Eubank Jr. lanzó más de 900 golpes, con una precisión cercana al 40%. Benn lanzó casi 600, con aproximadamente 36% de precisión.

En jabs, la diferencia fue aún más clara: 350 vs 137 (40% vs 25,5%).

En sus combates recientes, Benn suele ser más preciso. Pero las dimensiones y el volumen de trabajo de Eubank en la primera pelea no le permitieron desplegarse.

Ese será un factor clave en la revancha.

Han pasado siete meses desde la primera pelea — suficiente para recuperarse y preparar el regreso. Ambos tuvieron cargas fuertes, pero sin lesiones críticas.

No sabemos cómo exactamente ajustaron sus campamentos, pero es razonable esperar mejoras. Este combate es uno de los principales candidatos a “Pelea del Año”.

Estadísticamente, la ventaja es para Eubank: 71% de victorias antes del límite frente a 61% de Benn. Es más grande y puede causar más daño.

Pero en la primera pelea ambos sintieron el poder del otro. El problema no fue la fuerza, sino la precisión.

Con McIntyre en la esquina, Eubank suele verse más frío y preciso, como se vio en la revancha con Smith.

En esta segunda pelea, las probabilidades de nocaut son altas para ambos.

Benn nunca ha sido derrotado antes del límite. Eubank sí lo fue, pero aquella noche contra Smith debe analizarse aparte.

En la primera pelea, ambos soportaron golpes muy duros. Si vuelven a intercambiar, habrá momentos peligrosos para los dos. Pero aquella pelea no ofreció una seguridad clara de que el nocaut sea inevitable.

El estadio del Tottenham Hotspur volverá a estar lleno. La historia familiar continúa. Los padres — Chris Eubank Sr. y Nigel Benn — también se enfrentaron dos veces.

Este legado arrastra multitudes.

Ya no hay efecto sorpresa. Todo está abierto. Ahora comienza la fase del boxeo puro — en la medida en que eso es posible entre ellos.

Benn ha cambiado su enfoque de vida y entrenamiento. Eubank ha recuperado la estructura de equipo óptima.

Son señales positivas. Probablemente veremos una pelea diferente, pero igual de técnica, tensa y emocionalmente cargada.